Braseiros escolares

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27 de Abril do 2020
Ser escolar, sobre todo en la Galicia rural hasta mediados de los 50 y 60 del siglo pasado, no era muy fácil ya que la mayoría de las escuelas estaban acondicionadas de manera precaria frente las inclemencias climáticas que presentaban los duros inviernos.
Para llegar las escuelas rurales a chavalada debía recorrer distancias considerables, con atavíos, ropas y calzado que no proporcionaban el abrigo suficiente. Pocas escuelas contaban con una estufa central de leña para caldear y aplacar el frío y la humedad existente en el local.
 
Colección del Museo Etnolóxico nº invernario 3899
 
 El sistema alternativo usado por  escolares era el uso de los braseiros individuales portátiles, consistentes en una caja metálica con una asa. Este recipiente estaba agujereado en los laterales y en la tapa para facilitar la combustión y la salida del calor de las brasas encendidas que contenía, era frecuente que habían contado con una bandeja en la que se depositaban las mismas y que servía para contener y recoger las cenizas una vez finalizada su combustión. Una vez colocados bajo los pupitres o mesas, la chavalada podía aquecer los pies fríos y húmedos, haciendo así más confortables sus jornadas lectivas.
 
Colección particular Mitos Conde
 
Los braseiros de tipo individual también tuvieron un uso doméstico, variando incluso las formas y los materiales empleados en su elaboración. Asimismo había unos de menores dimensiones utilizados para calentar las manos.
 
 
Colección particular Mitos Conde
 
 
El braseiro de lata es donación de Dolores Álvarez Guntín, del popular Bazar Te en Ribadavia y que cerró la sus puertas en el año 2012 después de una larga actividad comercial.
 
*En el catálogo de Museos de España CERES, se puede encontrar la ficha de catalogación de dito braseiro y de otras piezas mas que forman parte del fondo documental del Museo.